¿QUÉ TIPOS DE GINECOMASTIA EXISTEN?
Dependiendo del tamaño de la mañana se distinguen varios tipos de ginecomastia clasificados en grados.
- Ginecomastia de grado I. Aumento leve de la mama, en la que el tejido glandular se concentra alrededor de la areola sin que exista un exceso de piel.
- Ginecomastia de grado II. Aumento moderado de la mama, en la que existe tejido adiposo.
- Ginecomastia de grado III. Gran aumento de la mama, además de existir tejido adiposo hay excedente de piel.
¿QUÉ TÉCNICAS QUIRÚRGICAS SE UTILIZAN?
En Clínicas Massana utilizamos diferentes técnicas quirúrgicas dependiendo del grado de ginecomastia y de la edad del paciente.
- Ginecomastia simple. Realizada en aquellos pacientes con aumento mamario debido principalmente a una hipertrofia glandular.
- Ginecomastia simple con liposucción. Se realiza en personas obesas que tienen mucho tejido graso y gran componente glandular.
- Liposucción aislada. Realizada en pacientes obesos cuyas mamas están formadas únicamente por grasa.
- Ginecomastia con liposucción y corrección del excedente de piel. Se realiza en casos puntuales en personas que han perdido mucho peso y presentan excedente de piel y tejido glandular.
¿QUÉ HAY QUE TENER EN CUENTA ANTES DE LA GINECOMASTIA?
Antes de realizarse una ginecomastia, los pacientes deben alcanzar su peso deseado, ya que las variaciones en el peso pueden afectar al resultado final de la intervención.
En Clínicas Massana realizamos una primera consulta para evaluar la historia clínica del paciente, estudiar las posibles causas de la ginecomastia y definir cual será la mejor intervención en cada caso particular.
¿EN QUÉ CONSISTE LA INTERVENCIÓN?
A través de una incisión en el borde inferior de la areola se procede a extirpar el tejido glandular, la grasa y la piel sobrante.
El proceso variará dependiendo del grado de ginecomastia de cada paciente, por lo que en los casos más severos la eliminación del tejido puede conllevar a realizar incisiones más amplias, aunque no es lo común.
¿QUÉ HAY QUE TENER EN CUENTA DESPUÉS DE LA CIRUGÍA?
Durante los dos días siguientes a la intervención se recomienda no hacer esfuerzos para no alterar el proceso de cicatrización de las incisiones y facilitar su curación.
Es posible que aparezcan hematomas en la zona tratada, pero desaparecerán a los pocos días, aunque durante este periodo de tiempo no se debe tomar el sol o someterse a sesiones de rayos uva.
Para permitir una mejor adaptación de la piel es recomendable darse masajes de drenaje linfático que además ayudarán a disminuir la inflamación.
Durante el tiempo de curación y adaptación es normal sentir una disminución en la sensibilidad, pero irá desapareciendo. A partir del sexto mes comenzarán a notarse los resultados.
Para una mejor supervisión del proceso de curación, nuestros cirujanos realizarán revisiones periódicas para comprobar la evolución del paciente.